Nosotros.

Nosotros.
Volvés a mí. Cuando menos lo espera el corazón, reapareces. Cuando el tiempo ya te borró te presentás para cambiar el final que vos mismo escribiste. Volvés con tus mismas mentiras, las que esta vez no voy a creer.
No sabías que te quería. No sabías que yo no mentí, y ahora ves que siempre te pertenecí. Descubrís tarde todo lo que alguna vez fue tuyo, y que por insensato perdiste.
Volvés a mí diciendo que extrañas los momentos, las caricias, los besos. Volvés mostrándome cuánto te duele el pecho de arrepentimiento. Caíste en la realidad que tu inmadurez intentó esconder. Decís que no importa el tiempo que pasó desde nuestro adiós. Decís ya no ser como eras antes, que ya aprendiste con tanto dolor.
Te presentás ante mí con todas tus heridas. Pretendés que vuelva a ser yo quien te sane, quien te salve. Jurás que volvés para quedarte, que el tiempo te ayudó a aprender y valorar lo que conmigo tuviste.
Durante mucho tiempo te pensé. Fueron muchas las noches que entre angustia y melancolía intenté entender qué fue lo que pasó. El tiempo me enseñó que quien no se valora a sí mismo y a su propia palabra, menos podrá valorar el amor que le viene de fuera.
Volvés a mí, pero no encontrás nada. Volvés a mí porque aquí fuiste feliz. Fuimos eternidad en un pasado que ya no está más, no volverá a ser. Hoy, no existimos. Fuimos, ya no volveremos a ser.
Vos volvés a mí, pero yo no vuelvo a nosotros.
-Sofía Mentesana.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

CUENTO: Alma.

Negro.

Fuego y Viento.